viernes, 14 de junio de 2013

Te duermes, Belli - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Te duermes a mi lado.
Caes silenciosamente en ese mundo
donde yo puedo ser alguna remota conocida,
una compañera de banca de parque o la amante
que acabas de dejar para evadirte a esa región donde, mutuamente,
nos privamos de la palabra.

Me conmueve verte dormido, hundido en las sabanas
con el abandono del sueño, enigmáticamente
encerrado en tu cuerpo.

También yo me dormiré y entonces quizás te despiertes
y pienses esto que yo estoy pensando, tal vez
me imaginarás enredada en algún árbol enmarañado
de los que sabes que me encantan y me quieras alcanzar tocándome,
sacándome del mutismo de estación
de radio apagada, volviéndome a traer hacia tu lado,
hacia el amor que nos dio el sueño.

miércoles, 12 de junio de 2013

Cabellera, Bartolomé - Selección Alberto Díaz Hermelo

Regálame tu larga cabellera
mi joven concubina
Déjame verla ondeando con el viento
Envuélveme con ella
Óyeme bajo ella decir cuánto te amo

Te amo tanto así
pero quiero saber si con tu cabellera
crece también mi amor

¿Por qué quiero jugar con el Abismo?

Sólo la Luna sabe.

martes, 11 de junio de 2013

Dilo, dilo otra vez..., Barret - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Dilo, dilo otra vez, y repite de nuevo
que me quieres, aunque esta palabra repetida,
en tus labios, el canto del cuclillo recuerde.
Y no olvides que nunca la fresca primavera

llegó al monte o al llano, al valle o a los bosques,
en su entero verdor, sin la voz del cuclillo.
Me saluda en las sombras, amado mío, incierta,
esa voz de un espíritu, y en mi duda angustiosa,

clamo: «¡Vuelve a decir que me quieres!» ¿Quién
teme un exceso de estrellas, aunque los cielos colmen,
o un exceso de flores ciñendo todo el año?

lunes, 10 de junio de 2013

Cintia deleitosa, Barba - Selección Alberto Díaz Hermelo

       

        Como una flor arcana, llameando
        bajo el turquí del cielo apareció.
        Fue su amor mi almohada matutina;
        su seno azul, de gota coralina
        en el pezón, de noche mi almohada.

        Y era esencia tan dulce y regalada
        la de su carne en flor, la de su boca
        por enjambres de besos habitada,
        la de su axila, ¡leche con canela!,
        que un ansia de gozarla me extenuó.

domingo, 9 de junio de 2013

Miedo, Aub - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Todo está llano
oscuro solitario
solo ¿dónde está el viento?
Allí. ¿Qué ruido...? Ninguno
y de pronto agudo
fino, fino, silbo un tiro
el viento murió de miedo.
Nadie.
¿Quién va? ¿Quién viene? ¿Quién sale?
¡Madre! ¡Llévame!
¡Nunca te conocí!
Por eso estoy aquí.
¡Madre oscura, noche clara
llévame a Tel-Aviv!
¿Qué vine a hacer aquí?

sábado, 8 de junio de 2013

Mar, Atencia - Selección Alberto Díaz Hermelo

   
    Bajo mi cama estáis, conchas, algas, arenas:
    comienza vuestro frío donde acaban mis sábanas.
    Rozaría una jábega con descolgar los brazos
    y su red tendería del palo de mesana
    de este lecho flotante entre ataúd y tina.
    Cuando cierro los ojos se me cubren de escamas.

    Cuando cierro los ojos, el viento del Estrecho
    pone olor de Guinea en la ropa mojada,
    pone sal en un cesto de flores y racimos
    de uvas verdes y negras encima de mi almohada,
    pone henchido el insomnio, y en un larguero entonces
    me siento con mi sueño a ver pasar el agua.

jueves, 6 de junio de 2013

La encantada, Arteche - Seleccion Alberto Diaz Hermelo


   

    La encantada, la ofendida,
    la trocada y trastocada,
    la que a mí me mudaron
    como árbol sin hojas,
    como sombra sin cuerpo.
    Dios sabe si es fantástica o no es fantástica,
    si en el Mundo se encuentra o no se encuentra.
    La que veo y se esconde,
    la que los niños siempre miran,
    la que jamás verán los Mercaderes,
    la que aparece
    y desaparece.
    La que conmigo muere
    y me desmuere.
    La visible,
    la invisible
    Dulcinea.

martes, 4 de junio de 2013

Sensación de otoño, Gaos - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Amo el otoño y amo su tristeza,
su cielo gris, sus árboles borrosos
entre la niebla, vagamente hermosos...
¿No amáis también vosotros la belleza

desnuda del otoño? El alma empieza
a hacerse buena y honda. ¡Y qué piadosos
se hacen los viejos sueños ardorosos!
¡Qué humana ahora la naturaleza!

Oh cielo bajo, luz tan tamizada,
luz tan vencida, compasivo empeño
de dar al hombre asilo y sombra amada.

No sé si el mundo es ya triste o risueño.
Dios se ha dormido. El alma está callada.
Se me ha llenado el corazón de sueño.

domingo, 2 de junio de 2013

Piedra, Pacheco - Seleccion Alberto Diaz Hermelo

   

    Lo que dice la piedra
    sólo la noche puede descifrarlo

    Nos mira con su cuerpo todo de ojos
    Con su inmovilidad nos desafía
    Sabe implacablemente ser permanencia

    Ella es el mundo que otros desgarramos

viernes, 31 de mayo de 2013

Cuánto sufre el amor..., Ortega - Selección Alberto Díaz Hermelo



¡Cuánto sufre el amor
en los rincones!
hay días que se oculta
igual que un perro enfermo

duerme como
un reptil
sobre el mosaico

aquel murmullo
que nos guiaba cierto
entre la bruma

el mismo amor que se acurruca ahora
desorientado
sobre este desaliño de hojas secas

al que acaricias
su pálido pelaje
para eso
para que no se muera
así de solo

jueves, 30 de mayo de 2013

Hechizo, Gandía - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



desleal a los dioses de todos tus poemas
por estos bellos ídolos con temporizador

sus cuerpos se suceden
             como olas en la arena
                          y como olas se rompen
                                                 contra tu corazón

no te forjes ensueños en mundos desvelados
retírate y acepta el juego de no ser

si ayer lo que escribías
querrías revivirlo
hoy no querrías saber
escribir lo que vives

miércoles, 29 de mayo de 2013

La mano es la que recuerda..., Hierro - Selección Alberto Díaz Hermelo

       

        La mano es la que recuerda
        Viaja a través de los años,
        desemboca en el presente
        siempre recordando.

        Apunta, nerviosamente,
        lo que vivía olvidado.
        la mano de la memoria,
        siempre rescatándolo.

        Las fantasmales imágenes
        se irán solidificando,
        irán diciendo quién eran,
        por qué regresaron.

        Por qué eran carne de sueño,
        puro material nostálgico.
        La mano va rescatándolas

martes, 28 de mayo de 2013

La semana sin ti, Segovia - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Quisiera haber nacido de tu vientre,
haber vivido alguna vez dentro de ti,
desde que te conozco soy más huérfano.

¡Oh! gruta tierna,
rojo edén caluroso.
Qué alegría haber sido esa ceguera!

Quisiera que tu carne se acordara
de haberme aprisionado,
que cuando me miraras
algo se te encogiese en las entrañas,
que sintieras orgullo al recordar
la generosidad sin par con que tu carne
desanudaste para hacerme libre.

Por ti he empezado a descifrar
los signos de la vida,
de ti quisiera haberla recibido.

lunes, 27 de mayo de 2013

Ahora que ya estoy solo te llamo suavemente..., Hidalgo - Selección Alberto Díaz Hermelo



Ahora que ya estoy solo te llamo suavemente
y bajas a mi boca como un fruto maduro
desde el árbol eterno donde existes y velas,
con las ramas rozadas por los astros desnudos.

Ahora que ya estoy solo puedo morir. Tú sabes
que a la muerte hay que ir sin que nadie nos llore,
ocultando las rosas del amor que encendimos
y el que sólo fue sombra que soñamos de noche.
Por eso está ya el fruto temblando entre mis dientes
mas no quiero morderlo sin que tú me lo digas.

domingo, 26 de mayo de 2013

Keats, John, Hernández - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Hermano:
Tierno hermano
Triste hermano
Mío. El jardín,
Ha florecido, tú,
Quien conduces
Las flores
Tierno y triste
Hermano mío
Yo hubiera deseado
Para ti el cielo
La mar que no tuviste
Porque el amor
Te relató el secreto
De la Poesía.
Déjame llorar por ti
God damm!

sábado, 25 de mayo de 2013

Oír el silencio, Auster - Selección Alberto Díaz Hermelo

Oír el silencio
que sigue a la palabra de uno mismo. Murmullo

de la más mínima piedra

tallada a imagen
de la tierra; y que los que
hablen
no sean más

que la voz que los habla
al aire.

Y dirá
de cada cosa que vea en este espacio,
y se lo dirá al muro mismo
que crece ante él:

y también para esto
habrá una voz,
aunque no será la suya.

Incluso a pesar de que habla.

Y porque habla.

jueves, 23 de mayo de 2013

Dos viñetas de un cándido, Lizalde - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



1. Bajo el cielo tenebroso
el rehilete se abre en el jardín.
La fiesta del gorrión que danza, canta
-se vuelve flor su trino,
fruto su aleteo-,
se baña bajo el líquido haz de chispas.
Pura felicidad en el pequeño prado,
el agua limpia -hubiera dicho el santo-,
es la sonrisa de Dios.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Los rostros de la noche, Linares - Selección Alberto Díaz Hermelo



No fue verdad la noche ni tus besos.
En la sombra mentía aquel jardín,
la anaranjada luna entre los árboles,
fríos bancos de mármol, hondos pájaros
desvelados cantando en altas ramas.
No fue verdad tu mano entre las mías,
el olor de tu pelo a hierba fresca,
su abrasado perfume, su perfume.
No fue verdad tu voz, ni tus palabras
que temblaban lo mismo que mi pecho.
Mentía la ternura en tu mirada
como mienten los sueños, como sólo
pueden mentir los sueños, otorgándonos
una felicidad que es de otro mundo
y que en su exacta perfección nos hiere
pues desvela posibles e imposibles
y nos dice un vivir que no es la vida.
no pudo ser verdad, y tú, alma mía,
que viviste esa noche, bien conoces
qué precio ha de pagar tanta cordura.

martes, 21 de mayo de 2013

Lejos la ciudad lejos..., Cunha - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Lejos la ciudad lejos
Lejos su absurda rueda dura girando sin sentido

Ah la ciudad sin pájaros libres ni horizontes
Y tan sólo en lo más alto de las torres un poco de ansia del cielo
La ciudad que es una hélice vacía enloquecida de movimiento
Ah la ciudad que cierra el alma con sus frías sucias manos
Y que no oye la oscura angustia de los hombres.

Aquí sólo el campo la soledad desmesurada de los campos
La soledad extraña del campo que invade el espíritu de cosas lejanas
Y el silencio llega como un pájaro huraño al anochecer a pasar la noche en el monte del alma.

Porque aquí el recuerdo se va hacia todos los vientos en cada alborada
Y vuelve como los pájaros todos los atardeceres con un canto lejano cerrado en el pico
Y el corazón a cada latido amanece una esperanza nueva que tiene algo del cielo.

domingo, 19 de mayo de 2013

Oh, no ames demasiado tiempo, Yeats - Seleccion Alberto Diaz Hermelo

       

        Amada, no ames demasiado tiempo:
        yo amé mucho, mucho tiempo
        y me pasé de moda,
        como una vieja canción.

        Durante nuestra nuestra juventud toda
        ninguno podría haber distinguido
        sus propios pensamientos de los del otro,
        de tal modo éramos uno.

        Mas, ay, en un minuto ella cambió
        -oh no ames demasiado tiempo
        o pasarás de moda
        como una vieja canción-.

sábado, 18 de mayo de 2013

Carta al amante, Matute - Selección Alberto Díaz Hermelo



Por recorrer tu piel a pedacitos
olvidé la piel agrietada
de la patria,
dejé de andar por sus caminos,
no llegué hasta sus aldeas,
ignoré el hambre y la violencia,
sumergida en un orgasmo inacabable.
Así me fui volviendo caracol.
Me fui volviendo tortuga,
oculta en las profundidades de su casa.
Vivía inútil, cantando
como la cigarra de la fábula.
Mi casa no tenía puertas ni ventanas.
Monumental, ¡el egoísmo me envolvía
en su crisálida!
Sin embargo, nuestro amor crecía.
Nuestro amor, que ha sido
un diálogo de años.
Un amarnos a besos,
a golpes a mordiscos.

viernes, 17 de mayo de 2013

Definiciones, Marechal - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Te propongo, con ánimo docente,
Varias definiciones de tu cuerpo.

La viajera: “Es un traje de turismo,
entre los muchos que ha de usar tu ser
cumpliendo su moción helicoidal”.

La tenebrosa: “Es el cajón de muerte
o el ataúd grosero en que tu alma
yace y espera su liberación”.

La hotelera: “Tu cuerpo es una casa
que has de habitar un día y una noche”.

La fabril: “Es un útil de trabajo,
una herramienta noble (martillo, escoplo, arado)
con que realiza el alma sus oficios terrestres”.

Sea un útil o un traje, sea chalet o féretro,
cuidarás ese poco de tierra necesaria.
Ni adores a tu cuerpo ni le des latigazos:
es un buey de ojos tristes, pero muy obediente
si no lo abruma el yugo, ni le sobra la alfalfa.

jueves, 16 de mayo de 2013

¡Qué duro estar prensado sin remedio!, Debravo - Seleccion Alberto Diaz Hermelo


Qué duro estar prensado sin remedio
entre los muebles tristes de la pena!
Sacar de todas partes tedio y tedio
como un innumerable mar de arena...

Qué duro ir por la vida haciendo sueños
y encontrárselos todos en el suelo,
andrajosos, sin alma, pedigüeños,
como un largo telón de desconsuelo...

Y qué duro caer sobre una cama
donde nadie nos mira ni nos ama,
donde sólo la sábana se mueve!

Y qué duro pensar que no hay remedio,
que aquí y allá no brota siempre el tedio
como una nube gris que llueve y llueve!

miércoles, 15 de mayo de 2013

Amor intellectualis, Wilde - Selección Alberto Díaz Hermelo



A menudo pisamos los valles de Castalia
     y de antiguas cañas oímos la música silvana,
     ignorada del común de las gentes;
e hicimos nuestra barca a la mar
que Musas tienen por imperio suyo,
     y aramos libres surcos por ola y por espuma,
     y hacia lar más seguro no izamos reacias velas
hasta bien rebosar nuestro navío.
De tales despojados tesoros algo queda:
     la pasión de Sordello y el verso de miel
del joven Endimión; altivo Tamerlán
     portando sus jades tan cuidados, y, más aún,
     las siete visiones del Florentino.
Y del Milton severo, solemnes armonías.

martes, 14 de mayo de 2013

Hoguera de silencios..., Varela - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



hoguera de silencios
crepitar de lamentos
por el camino de la carne
sangre en vilo
se llega al mundo

así alumbra su blanco la tiniebla
así nace la interminable coda
así la mosca desova en el hilo de luz

la tierra gira
el ojo de dios no se detiene

qué haríamos pregunto
sin esta enorme oscuridad

lunes, 13 de mayo de 2013

Del rosal vengo, mi madre..., Encina - Selección Alberto Díaz Hermelo



Del rosal vengo, mi madre,
vengo del rosale.

A riberas de aquel vado,
viera estar rosal granado;
vengo del rosale.

A riberas de aquel río,
viera estar rosal florido;
vengo del rosale.

Viera estar rosal florido.
cogí rosas con sospiro;
vengo del rosale, madre,
vengo del rosale.

Serenata, Verlaine - Selección Alberto Díaz Hermelo

      

        Como la voz de un muerto que cantara
        desde el fondo de su fosa,
        amante, escucha subir hasta tu retiro
        mi voz agria y falsa.

        Abre tu alma y tu oído al son
        de mi mandolina:
        para ti he hecho, para ti, esta canción
        cruel y zalamera.

        Cantaré tus ojos de oro y de onix
        puros de toda sombra,
        cantaré el Leteo de tu seno, luego el
        de tus cabellos oscuros.

        Como la voz de un muerto que cantara
        desde el fondo de su fosa,
        amante, escucha subir hasta tu retiro
        mi voz agria y falsa.

        Después loare mucho, como conviene,
        A esta carne bendita
        Cuyo perfume opulento evoco
        Las noches de insomnio.

        Y para acabar cantaré el beso
        de tu labio rojo
        y tu dulzura al martirizarme,
        ¡Mi ángel, mi gubia!

        Abre tu alma y tu oído al son
        de mi mandolina:
        para ti he hecho, para ti, esta canción
        cruel y zalamera.

domingo, 12 de mayo de 2013

sábado, 11 de mayo de 2013

XI - Yo tengo un paje muy fiel..., Marti - Selección Alberto Díaz Hermelo



Yo tengo un paje muy fiel
que me cuida y que me gruñe,
y al salir, me limpia y bruñe
mi corona de laurel.
Yo tengo un paje ejemplar
que no come, que no duerme
y que se acurruca a verme
trabajar y sollozar.
Salgo, y el vil se desliza
y en mi bolsillo aparece;
vuelvo, y el terco me ofrece
una taza de ceniza.
Si duermo, al rayar el día
se sienta junto a mi cama;
si escribo, sangre derrama
mi paje en la escribanía.
Mi paje, hombre de respeto,
al andar castañetea:
hiela mi paje, y chispea:
mi paje es un esqueleto.

viernes, 10 de mayo de 2013

Carta, Uceda - Selección Alberto Díaz Hermelo


La página inundada de silencio.
¿La entiende alguien?

Escribiría: "Oigo
voces de muchos pájaros", o
"Se murió en el olvido", pero
¿lo entiende alguien?

Hábito de silencio,
de voces fragmentadas.

No, probablemente:
mejor ¿informaciones puntuales?,
que se dice.

Y la firma, sin fecha.

El resto del papel, meditando en silencio,
recorrido por la pluma sin tinta,
por la voz de una muda,
se dejará mirar.

Quizá se entienda.

jueves, 9 de mayo de 2013

Eres tú,. Guadarrama, viejo amigo..., Machado - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



¿Eres tú,. Guadarrama, viejo amigo,
la sierra gris y blanca,
la sierra de mis tardes madrileñas
que yo veía en el azul pintada?

Por tus barrancos hondos
y por tus cumbres agrias,
mil Guadarramas y mil sones vienen
cabalgando conmigo, a tus entrañas.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Identificación, Conde - Seleccion Alberto Diaz Hermelo


¡Mis ojos no te buscan sobre la tierra inmensa!
eres tú mis ojos dilatándose.
Mis ojos te contienen; si lloras tú por ellos
soy yo que me libero de mí para que llores.

¡Cuán tú soy yo conmigo, amor; qué me enajenas!
¡Qué mío tu vivir y qué mía tu muerte
viniéndote de mí, muriéndome contigo!

Le trama del latir en cuerpo que no es tuyo,
ni mío solamente: un cuerpo de dos seres
que funden la unidad de dos que ya son uno.

martes, 7 de mayo de 2013

Con todos los pensamientos me fui..., Celan - Selección Alberto Díaz Hermelo



Con todos los pensamientos me fui
fuera del mundo: allí estabas tú,
mi sosegada, mi abierta, y-
nos recibiste.

¿Quién
dice que se nos murió todo
cuando se nos quebraron los ojos?
Todo despertó, todo comenzó.

Grande vino un sol flotando, radiantes
se le enfrentaron alma y alma, claras,
imperiosas le presilenciaron
su órbita.

Suve
se abrió tu seno, silente
subió un aliento al éter,
y lo que se hizo nube ¿no era,
no era forma y a partir de nosotros,
no era
tanto así como un nombre?

lunes, 6 de mayo de 2013

Ahora, ay ahora, por esta tierra parda..., Joyce - Selección Alberto Díaz Hermelo



Ahora, ay ahora, por esta tierra parda
     Donde el amor compuso música tan melodiosa
Los dos deambularemos cogidos de la mano,
     Tolerantes en honor de una antigua amistad
Sin afligirnos porque nuestro amor fuera alegre
Y ahora tenga así que terminar.

Un pícaro ataviado de rojo y amarillo
     Golpea y golpea un árbol
Yen derredor de nuestra soledad
     La brisa silba con jovialidad.
Las hojas... no suspiran lo más mínimo
Cuando el año las arrebata en Otoño.

¡Ahora, ay ahora ya no escucharemos más
     Ni el villancico ni el rondó!
No obstante nos besaremos, mi amor,
     Antes del triste adiós al declinar el día.
No te aflijas, corazón, por nada...
El año, el año ya se acaba.

domingo, 5 de mayo de 2013

Huésped súbito, Cabral - Selección Alberto Díaz Hermelo



Ahora estás aquí.
¿Pero puedes estar?
Tú dices que te llamas... Pero no, no te llamas...
Desde que tengas nombre comienzo a no respirarte,
a confirmar que no existes,
y es probable que desde entonces no te nombre,
porque cualquier detalle, una línea, una curva,
es material de fuga;
porque cada palabra es un poco de forma,
un poco de tu muerte.
Tu puro ser se muere de presente.
Se muere hacia el contorno.
Se muere hacia la vida.

sábado, 4 de mayo de 2013

Cavar una fosa..., Iglesias - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Cavar una fosa.
Edificar una casa.

Sobre las ruinas de las ruinas,
ahora y siempre por los siglod de los siglos,
la vida siempre en obras.

Un basurero atesora
la indiferente memoria de los días.
Quién reciclará nuestros despojos,
quién regalará fascículos
con nuestra colección de instantes,
qué teletipos darán noticia
de la simulación de un sueño,
quién archivará cuidadosamente nuestros nombres
y hará el penúltimo inventario,
en qué autopista o hiperespacio habitaremos.

Qué Internet hacia Dios por si lo escucha.

Entre derribo y derribo,
cavar una casa,
edificar una fosa.

viernes, 3 de mayo de 2013

¡Ven! En la pradera en flor..., Hugo - Selección Alberto Díaz Hermelo



¡Ven! En la pradera en flor,
suena una flauta invisible...
El canto más apacible
es el canto del pastor.

Un hálito fresco y suave
riza la onda de cristal...
La música más jovial
es la música del ave.

¡Que la sombra del dolor
no nuble tu faz radiante!
El himno más palpitante
es el himno del amor.

jueves, 2 de mayo de 2013

Alborada, Hugo - Selección Alberto Díaz Hermelo



Ya brilla la aurora fantástica, incierta,
velada en su manto de rico tisú.
¿Por qué, niña hermosa, no se abre tu puerta?
¿Por qué cuando el alba las flores despierta
durmiendo estás tú?

Llamando a tu puerta, diciendo está el día:
"Yo soy la esperanza que ahuyenta el dolor".
El ave te dice: "Yo soy la armonía".
Y yo, suspirando, te digo: "Alma mía,
yo soy el amor".

miércoles, 1 de mayo de 2013

Adiós, Byron - Selección Alberto Díaz Hermelo



¡Adiós! si dicha se concede al hombre
de una plegaria en premio, ésta tu nombre
elevará hasta el trono del Señor.
Promesas, quejas, llanto, fueran vanos;
más que el lloro, exprimido, ya sangrante,
de ojos sin luz, tenaz remordimiento
esta palabra dice... ¡Adiós! ¡Adiós!

Secos están mis ojos, extinguida
mi voz, pero al dejarte, de mi vida
se adueña para siempre un gran dolor.
Aunque el pesar y la pasión torturan
mi corazón, quejarse no le es dado...
Yo sólo sé que en vano hemos amado...
Sólo puedo sentir... ¡Adiós! adiós.

martes, 30 de abril de 2013

Elegía por la República Española, Burriel - Selección Alberto Díaz Hermelo


nº 134, 1974    (de Robert Motherwell)

Sois los negros destellos de las voces,
el absurdo color de los ojos
cegados,

alzad conmigo el vaso,
como si no estuviera
la barrera sombría del penúltimo
sueño,
la pared miserable
de hierro, sal,
y olvido.

lunes, 29 de abril de 2013

Canción a la mujer lejana, Buesa - Seleccion Alberto Diaz Hermelo


En ti recuerdo una mujer lejana,
lejana de mi amor y de mi vida.
A la vez diferente y parecida,
como el atardecer y la mañana.

En ti despierta esa mujer que duerme
con tantas semejanzas misteriosas
que muchas veces te pregunto cosas
que solo ella podría responderme.

Y te digo que es bella, porque es bella,
pero no se decir, cuando lo digo,
si pienso en ella porque estoy contigo
o estoy contigo por pensar en ella.

Y sin embargo si el azar mañana
me enfrenta con ella de repente
no seguiría a la mujer ausente
por retener a la mujer cercana.

Y sin amarte mas, pero tampoco
sin separar tu mano de la mía,
al verla simplemente te diría:
"Esa mujer se te parece un poco".

domingo, 28 de abril de 2013

Alegría, Blake - Selección Alberto Díaz Hermelo



"No poseo nombre:
pero nací hace dos días."
¿Cómo te llamaré?
"Soy feliz.
Me llamo alegría."
¡Que el dulce júbilo sea contigo!

¡Bonita alegría!
Dulce alegría, de apenas dos días,
te llamo dulce alegría:
así tú sonríes,
mientras yo canto.
¡Que el dulce júbilo sea contigo!

sábado, 27 de abril de 2013

Génesis, Baquero - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Sus rodillas de piedra, sus mejillas
frescas aún de la reciente alga;
sus manos enterradas en la arcilla
que el cuerpo oscuro hacia la luz cabalga;

y su testa nonata todavía, blanda silla
de recóndita luz, de espera larga,
fue ascendiendo detrás de la semilla
ida del verbo a la región amarga.

Ciego era Adán cuando la augusta mano
le impartió su humedad al rostro frío.
Por el verbo del agua se hizo humano,

por el agua, que es llanto en desvarío,
se fue mudando hacia el jardín cercano
e incendió con su luz el astro frío.

viernes, 26 de abril de 2013

jueves, 25 de abril de 2013

Cuba, Augier - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Cuba, flotante línea suspendida
en la punta del agua sin sosiego;
llama en el centro de su propio fuego,
roja al viento la túnica encendida.

Cuba, de amor extiendes tu medida
y la sombra sepulta su astro ciego:
tu sangre, ardiente luz, es dulce riego
para alzar el tamaño de la vida.

Marítima y frutal, solar y sola,
las olas que establecen tu corola
forman, Cuba, coraza a tu alegría.

Y en tu carrera de canción y espuma
deslumbra a la mirada entre la bruma
el fulgor con que en ti florece el día.

miércoles, 24 de abril de 2013

Apenas ayer mismo, March - Selección Alberto Díaz Hermelo



¿Me reconocéis?
Hace poco, apenas ayer mismo,
yo era una muchacha
con una grave voz de adolescente,
un cándido amor por la vida,
una crédula fe.

¿Me reconocéis?

Apenas ayer mismo,
yo llevaba un traje de colegiala,
un lazo azul celeste sobre el pecho,
una cartera de cuero bajo el brazo,
me sabía de memoria todos los cuentos de hadas,
tenía amigas
con calcetines blancos...

¿Me reconocéis?

Apenas ayer mismo,
yo acunaba a un niño pequeño entre mis brazos,
besaba a un hombre por primera vez,
obedecía las órdenes de mi madre,
dibujaba anagramas en las sábanas de boda.

¿Me reconocéis?
Apenas ayer mismo, yo era una mujer joven...

martes, 23 de abril de 2013

No te pongas bravo, poeta, Dalton - Selección Alberto Díaz Hermelo



La vida paga sus cuentas con tu sangre
y tú sigues creyendo que eres un ruiseñor.

Cógele el cuello de una vez, desnúdala,
túmbala y haz en ella tu pelea de fuego,
rellénale la tripa majestuosa, préñala,
ponla a parir cien años por el corazón.

Pero con lindo modo, hermano,
con un gesto
propicio para la melancolía.

lunes, 22 de abril de 2013

Buenos días, noche, Espejo - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



De buen amar se vuelve
magullado y hambriento,
con sabor en la lengua a carne cruda.

El suelo se amortigua,
los caminos convergen, silba el aire.

Agradecido así,
con sonrisa imantada
por el impulso mismo que iza al árbol
al sol,
tarareando:

no puedo amarte más, no soy tan físico.

Después del amor..., Durán - Selección Alberto Díaz Hermelo



Después del amor
vino el silencio
grité toda mi voz.
Morimos juntos
muchas noches.
Incendiamos
recuerdos - voces.
Arañamos las
caricias ajenas.
Nos desnudamos
de otros.
Quedamos
frente a frente
en silencio
para siempre.

domingo, 21 de abril de 2013

Bécquer - Seleccion Alberto Diaz Hermelo

Cuando miro el azul horizonte
perderse a lo lejos,
al través de una gasa de polvo
dorado e inquieto,
me parece posible arrancarme
del mísero suelo
y flotar con la niebla dorada
¡en átomos leves
cual ella desecho!

Cuando miro de noche en el fondo
oscuro del cielo
las estrellas temblar como ardientes
pupilas de fuego,
me parece posible a dó brillan
subir en un vuelo,
y anegarme en su luz, y con ellas
en lumbre encendido
fundirme en un beso.

En el mar de la duda en que bogo
ni aún sé lo que creo;
sin embargo estas ansias me dicen
que yo llevo algo
divino aquí dentro.

sábado, 20 de abril de 2013

De la mujer al hombre, Belli - Selección Alberto Díaz Hermelo



Dios te hizo hombre para mí.
Te admiro desde lo más profundo
de mi subconsciente
con una admiración extraña y desbordada
que tiene un dobladillo de ternura.
Tus problemas, tus cosas
me intrigan, me interesan
y te observo
mientras discurres y discutes
hablando del mundo
y dándole una nueva geografía de palabras
Mi mente esta covada para recibirte,
para pensar tus ideas
y darte a pensar las mías;
te siento, mi compañero, hermoso
juntos somos completos
y nos miramos con orgullo
conociendo nuestras diferencias
sabiéndonos mujer y hombre
y apreciando la disimilitud
de nuestros cuerpos.

viernes, 19 de abril de 2013

La rosa, Borges - Selección Alberto Díaz Hermelo



La rosa,
la inmarcesible rosa que no canto,
la que es peso y fragancia,
la del negro jardín en la alta noche,
la de cualquier jardín y cualquier tarde,
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia,
la rosa de los persas y de Ariosto,
la que siempre está sola,
la que siempre es la rosa de las rosas,
la joven flor platónica,
la ardiente y ciega rosa que no canto,
la rosa inalcanzable.

jueves, 18 de abril de 2013

Filosofía, Dario - Seleccion Alberto Diaz Hermelo




Saluda al sol, araña, no seas rencorosa.
Da tus gracias a Dios, ¡oh, sapo!, pues que eres.
El peludo cangrejo tiene espinas de rosa
y los moluscos reminiscencias de mujeres.

Sabed ser lo que sois, enigmas siendo formas;
dejad la responsabilidad a las Normas,
que a su vez la enviarán al Todopoderoso...
(Toca, grillo, a la luz de la luna, y dance el oso.)

miércoles, 17 de abril de 2013

El poeta habla por teléfono con el amor, Lorca - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Tu voz regó la duna de mi pecho
en la dulce cabina de madera.
Por el sur de mis pies fue primavera
y al norte de mi frente flor de helecho.

Pino de luz por el espacio estrecho
cantó sin alborada y sementera
y mi llanto prendió por vez primera
coronas de esperanza por el techo.

Dulce y lejana voz por mí vertida.
Dulce y lejana voz por mí gustada.
Lejana y dulce voz amortecida.

Lejana como oscura corza herida.
Dulce como un sollozo en la nevada.
¡Lejana y dulce en tuétano metida!

martes, 16 de abril de 2013

El poeta dice la verdad, Lorca - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores,
con un puñal, con besos y contigo.

Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo.

Que no se acabe nunca la madeja
del te quiero me quieres, siempre ardida
con decrépito sol y luna vieja.

Que lo que no me des y no te pida
será para la muerte, que no deja
ni sombra por la carne estremecida.

Amor el más oscuro I, Cross - Selección Alberto Díaz Hermelo



Aquí comienzo a amarte,
en estos muros clarísimos,
en esta ciudad cálida al tiempo de las lluvias.
(¿Dónde estás ahora,
esta primavera tarde que pienso en ti?
¿Dónde estás, ignorándolo todo?)
Aquí te descubro
inalcanzable y triste.
Dime qué pasos te trajeron a estas tierras,
cómo abandonaste tu gracia de elegido,
tu ministerio de humildad;
qué suplicios te agobian desde entonces
que violentan tu rostro
y vierten en tu voz la nostalgia y la ira.
Dime en qué forma eres vulnerable
o ganas la lucidez en un momento.
Qué caminos dejaste,
qué expiación te vence y te despoja,
qué caminos seguiste para llegar aquí,
desconocido y hermoso,
donde yo te amo.